Tintes

El tinte para madera permite cambiar su tonalidad conservando el veteado original. Al teñir la madera el pigmento se sedimenta en el fondo del poro, cambiando su color pero manteniendo la belleza natural de su veta. Este tipo de trabajos son muy delicados y pueden dañar la madera irreversiblemente, por lo que recomendamos contratar a un barnizador con experiencia como nuestro personal.

 

Al teñir los mubles y la madera conseguimos un doble efecto:

 

- Un efecto decorativo que nos permite resaltar la veta.

- Un efecto de protección que evita la degradación provocada por agentes externos.

 

Una clasificación sencilla de los tintes de madera nos permite diferenciarlos en dos grandes grupos, atendiendo a su composición química:

 

 

1. Tintes sintéticos:

 

Basados en derivados del petróleo, tienen un menor poder de penetración en la madera debido a que su base disolvente es muy volátil. Se secan muy rápido por lo que a continuación se puede aplicar casi sin esperas una capa de barniz para impermeabilizar la superficie.

 

 

2. Tintes ecológicos:

 

También llamados tintes al agua, tienen un mayor poder de penetración, puesto que su evaporación es más lenta. Realzan más el veteado de la madera y no desprenden olor durante su aplicación, aunque necesitan bastante tiempo de secado antes de poder aplicar el barniz.

 

En nuestro departamento especial de pintura aplicamos cualquier tinte a todo tipo de maderas:

 

 

 

La utilización de cualquier tinte para madera responde principalmente a tres necesidades:

 

1. Igualar la tonalidad del veteado en aquellas maderas donde es poco uniforme.

2. Intentar imitar el color o el veteado de las maderas nobles cuando son de menor calidad.

3. Igualar el tono de los muebles de madera con el resto del entorno.

 

No todas las maderas aceptan de igual forma los tintes. En general las maderas de color claro como el abedul o el haya aceptan bien los tintes.

 

El tintado es uno de los procesos más complejos en el tratamiento de la madera. Una de las principales dificultades a la hora de aplicar un tinte sobre la madera es conseguir la tonalida homogénea, debido a los efectos de la temperatura, la humedad y las características del propio producto aplicado. Cuanto mayor es la superficie a tratar, resulta más difícil lograr una tonalidad uniforme (tarimas, parquet y techos). Otra dificultad es conseguir igualar la tonalidad entre un mueble antiguo y otro nuevo, que pueden incluso estar fabricados en distintos tipos de madera.

 

 

 

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